¿Cuál es nuestro público? ¿A quién queremos hablarle? ¿Cómo llegamos hasta él?
¿Somos capaces de comunicarles lo que queremos decir?
"Por ejemplo, en un curso, alguien sugirió el teatro francés como tema. Los participantes, en su mayoría actores profesionales o aficionados, no estaban muy entusiasmados con esa idea. Entonces en la construcción del modelo, propusieron imágenes bastante negativas. Alguien mirándose el ombligo; otro intentando besarse el culo; un tercero que intentaba localizar a alguien (probablemente un espectador) con prismáticos ; un cuarto contando su calderilla; un quinto bostezando; un sexto durmiendo, etc. ¡En resumen, no estaban felices! En la primera dinamización no ocurrió nada sorprendente (...) En la segunda, en cambio ocurrió algo de verdad impactante. Todas las imágenes que, de una u otra forma, simbolizaban a los artistas, entraron en contacto entre sí, pero ninguna se aproximó a los que representaban al público, que a su vez continuaba en un rincón bostezando y murmurando".
Augusto Boal
Teatro de la imagen
Juegos para actores y no actores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario